Pasajeros.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Halo

Recuerdo el aura que rodeaba tu ser, como si de una luz al final del túnel se tratara. 
Y recuerdo cada segundo de oscuridad que, sin más dilación que la necesaria para pensar, me marcó el camino con migas de pan tan duras que ni el más mendigo se atrevería a robar. 
Y así, con el tiempo, se hicieron  más férreas las vallas que, por paradójico que pueda parecer, extendían tu felicidad de manera insospechable.
Es cierto, no acompaña una melodía de piano cada vez que tu pie derecho toca sigiloso el camino, a veces empedrado. 
Pero la sensación de estar flotando cada vez que nota tu respiración cerca, muy cerca, hace estremecer hasta al más valiente de los hombres. 
Dará igual cuántas piedras tenga que saltar, si las ganas de levantar valen más que el miedo a tropezar
Porque aquí, ni se comen perdices ni se espera al final del cuento para ser felices.



4 comentarios:

  1. ¡Cuánta razón tienes!
    Cuando has de superar obstáculos es imprescindible tener una motivación que te ayude a vencer el miedo que provoca fallar.
    Y respecto al final, sencillamente perfecto.
    Nos han acostumbrado a que los finales de ensueño son los ideales para alcanzar la felicidad, y podemos descubrir que cada persona alcanza su felicidad a su manera, siendo ella misma.
    Un besazo y te espero :)

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  2. hola me gusta mucho tu blog y tu manera de escribir me fascina.
    me encantaría que me sigas;
    aca te dejo el link de mi pagina
    http://masalladelcieloteespero.blogspot.com.ar/

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  3. Me ha gustado mucho, muchísimo, la entrada y la frase final aún me ha gustado más. No hemos que esperara a ser felices.

    Besos.

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  4. Hola!
    Tienes mucha razón con lo que dices. La gente cree en ese final feliz de Disney que no existe totalmente. La vida es saltar obstáculos como los atletas hacen.

    Besitos<33

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