Pasajeros.

martes, 14 de agosto de 2012

Movimiento en el infinito

Un cuadro firmado por un exitoso pintor. Una canción interpretada por la voz más dulce. Unas bellas palabras que salen del momento más inspirador de un escritor. Una bailarina que mueve su cuerpo ligero al son de una preciosa melodía. Una estatua de lo más ornamentada que expresa la vida pasada de un triste escultor. Un edificio que muestra la belleza de un tiempo remoto. Y otro arte aún más importante: el arte de la palabra. O mejor, el arte de pensar las cosas antes de decirlas. 

Hay ciertas y significativas palabras que, necesariamente, deben ser meditadas antes de decirse. Ya no por mí, ni por él, ni por ellos... por ti. Disponemos de la palabra, podemos hablar y hablar durante horas sin decir nada, y podemos valorar un silencio lleno de historias repletas de aventuras, o "te quieros" escondidos en miradas. Pero, por favor, si pensamos hacer uso de la palabra es necesario que la utilicemos en base a su valor. Cada espontánea palabra puede tener un significado diferente para otra persona, y, en ningún momento, deberíamos hacer desmerecer ciertas expresiones, letras, sílabas, frases... palabras.

Confiamos en darles credibilidad hasta que existe un mínimo empujón que nos lleva a pensar que carecen de verdad. Y entonces nos hacemos fríos, con incapacidad de sentir y carentes de cariño.

Y por ello, existirán miles de artes, cientos de virtudes. otros tanto de cualidades, y, por supuesto, muchas más pasiones. Sin embargo, no hay mayor signo de expresión que las palabras. Así pues, por medio de las palabras, hago un grito de esperanza para que pequeños y grandes combatientes pensemos dos veces las cosas antes de decirlas.

Palabras, al fin y al cabo.

1 comentario:

  1. Preciosaa entrada=)!
    Te sido, me sigues?? =o
    http://myfuckingsweetandbitterworld.blogspot.com.es/
    Un salud♥!

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