Pasajeros.

martes, 1 de mayo de 2012

Agógica

Una música que suena y pocas palabras de amor. Muchas cosas que decir y pocas que contar. Lotes de orgullo, rabia y cólera que se venden al por mayor... y un recuerdo inolvidable de cientos de años. Que no es tan fácil como decir punto muerto y empezamos de nuevo. Como rebobinar, como si nada hubiera pasado y adelantar las secuencias para escoger el momento perfecto.
No, no, la ignorancia no exime de nada. No sirve de excusa ni de respuesta para pregunta alguna. Tampoco la despreocupación me parece una buena excusa.
Y durante esos tres minutos que dura la canción, nosotros nos iremos haciendo más y más pequeños y, entonces, ya solo yacerá el recuerdo y los momentos. La canción habrá desaparecido para dejar paso a la melodía, una de tantas que, con tempo andante, definirá escasos momentos de tu vida. Un simple instrumento silenciado de una banda llena de artistas.

Y hoy te escribo para que me escuches y te hablo para que me leas. 

... ¡STOP! Y vuelve a empezar la música que suena y las pocas palabras de amor.

1 comentario:

  1. Me ha parecido genial sobretodo la ultima frase:: Te escribo para que me escuches!!! Un Beso Nena

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