Ni el jardín del Edén se puede comparar con aquellas noches de
miradas perdidas, carentes de reproches. Que nada interesaba alrededor, se
sumían en la locura para dar envidia a la media luna que apenada por no tener
su otra mitad apresuraba el alba, y él le sonreía como si fuera su último día
para recordarle que verdaderamente era su más peligrosa y tóxica droga, la
droga que le consumía en cada caricia en cada abrazo y sobretodo cada vez que
exhalaba aire después de un beso. La consecuencia de esta droga es ella en su
alcoba, sentada mientras bebe frente a la ventana brinda por él, mientras suena
un blues que hace florecer los recuerdos se vacía la botella y ella se llena de
penas, entretanto espera a que vuelva su boca y le hace un hueco en su cama por
si algún día volviera, pero esto al resultarle insuficiente le deja la llave bajo el felpudo para cuando
regrese o tal vez para que nunca la encuentre.
Se perdió en cada gota de su sudor y en cada gota de vino.
Que entrada más perefecta ,estais nominadas a un cuestionario ! besazos(L)
ResponderEliminarHe tomado el tren para venir hasta tu estación! Me perdí -.-" pero ya estoy aquí :) Sí que eres buena escribiendo! Hahaha me gustó lo de la luna, desesperada por tener a su otra mitad! xD
ResponderEliminar¡Adieu!
que bonito tu blog, no se como he llegado hasta aqui pero me gustaron tus entradas, pasate por el mio cuando quieras =)
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